lunes, 30 de noviembre de 2009
domingo, 29 de noviembre de 2009
para el señor spotorno
jueves, 26 de noviembre de 2009
para reflexcionar
SITUACION EN LA QUEMITA
Por lo que estuve averiguando aparentemente el problema estaría limitado a la presencia del femenino los días sábados y a los entrenamientos durante la semana.
Este fin de semana yo no puedo ir a entrenar porque tengo reunión de Confederación, pero mi sugerencia es que todos vayan a Huracán el domingo a la hora de siempre y en caso de ser rechazados deberemos redoblar nuestro esfuerzo para conversar con las autoridades de la Quemita.
Ricardo
Cualquier semejanza con la realidad es solo casualidad
Estábamos en la quinta entrada y el partido estaba empatado 0-0, en nuestro juego de campeonato de la Liga de softbol. Gary abrió el inning con un triple, y como coach de tercera base y co-manager del equipo, le advertí que si la bola era bateada hacia el lado izquierdo del infield, debía quedarse donde estaba. Efectivamente, la bola fue golpeada fuertemente por la tercera, pero Gary corrió de todos modos, ignorando por completo mi consejo. Fue puesto out en el plato con facilidad. Mientras yo movía la cabeza con consternación, uno de los jugadores entró corriendo al campo, agitando los brazos hacia mí, gritando: “¡Yo me hago cargo! ”
Fue escena fea, innecesaria, sobre todo porque no sabía, y obviamente no le importaba, que yo le había dicho a Gary que no corra; o que el entrenador era yo, no él. Mientras lo mandaba de vuelta a la banca, no podía dejar de pensar en lo diferente que era el equipo femenino de softbol que entrenaba. No sólo una jugadora hubiera prestado atención a mis instrucciones y se hubiera quedado en tercera, sino que además era poco probable que alguien en ese equipo hubiera cuestionado verbalmente lo que yo había hecho, incluso si yo hubiera enviado tontamente al corredor a home.
Una docena de años atrás mi amiga Sherri, que jugaba conmigo en un equipo mixto, me sugirió que fuera a verla jugar para un equipo de mujeres. La mayoría de ellas, explicó, eran actrices o camareras, a menudo ambas cosas, lo que significaba que tenían sus días libres. Tenía curiosidad, así que me acerqué al parque una mañana de miércoles a comprobarlo. Las chicas eran buenas jugadoras, se tomaban el juego en serio y querían ganar, pero a diferencia de los equipos de hombres en los que había jugado, no se trataba de ganar a cualquier costo.
Varias semanas después su entrenador renunció, y Sherri me pidió que tomara el equipo. Y así, durante los próximos diez años que estuve ahí todos los miércoles por la mañana, entrenando a quince mujeres que jugaban para el Raccoon Lodge, un bar de Nueva York, en lo que se conoce como la Liga de Restaurantes.
Las mujeres en realidad buscan asesoramiento, ya sea acerca del bateo, fildeo o estrategia. Por su parte, los hombres, pueden ofrecerse consejos (no solicitados) y críticas unos a otros, pero rara vez los piden.
Los hombres también son mucho más propensos a discutir, si fue seguro o fue out, o si fue bola o strike. Una mujer puede mover la cabeza o poner los ojos en blanco, pero rara vez se las verá desafiando a la autoridad. Recuerdo un día que nuestra lanzadora, Gail, se manifestó vehementemente en desacuerdo con las llamadas de un árbitro. Ella le gritó despiadadamente hasta que finalmente fue sacada del juego. Ella se sentó en las gradas, siguió hostigando al umpire, y sólo se detuvo cuando ésta la amenazó con echarla del estadio. Pero este tipo de comportamiento es la excepción. No es que las mujeres aceptan la injusticia, es sólo que parecen no verbalizarlo tanto como los hombres.
Las mujeres no se quejan en relación a su ubicación en el orden de bateo o cuál es su posición en el campo. Y rara vez las mujeres reniegan sobre el tiempo de juego o critican a un compañero de equipo, algo que veo todo el tiempo en equipos de hombres, donde muy a menudo se pone énfasis en el ego, en contraposición a lo que es mejor para el equipo.
Los hombres a menudo ven a sus oponentes como enemigos y los tratan como tales. No ocurre así con las mujeres. Claro, ellas quieren ganar tanto como los hombres, pero en general son mucho más amigables con sus oponentes, y cuando se termina el juego, ganen o pierdan, confraternizan con sus compañeras de equipo y con el otro equipo. Cuando los hombres de terminan de hacer el saludo obligatorio con el otro equipo al final del juego, cada uno de los jugadores se retira a su propio banco, ya sea celebrando la victoria o lamentándose por la derrota. Las mujeres prefieren compartir un banco común, charlar con otros entre entradas, y las celebraciones se quedan en el campo.
Los hombres tienden a repetir partidos y jugadas durante semanas, meses o incluso años después de que han sido producidas. Las mujeres rara vez discuten el juego una vez que haya terminado. Para las mujeres realmente parece tratarse de la diversión que tienen en el campo de juego y las relaciones forjadas entre sí, mientras que para los hombres realmente se trata de ganar.
Las mujeres que he entrenado pueden haber aprendido algo de mí acerca de cómo jugar el softbol, pero yo he aprendido más de ellas acerca de las relaciones y el espíritu deportivo. En lo que a mí respecta, este es un muy buen trato.
sábado, 21 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
La semilla y el fruto del Softbol |
Written by Jesus R. Peña |
Friday, 20 November 2009 21:03 |
Buenos Aires.- En una hermosísima tarde en el parque Roca, nos encontramos con el lado bello del softbol. Por una parte, la semilla de este deporte que son los niños, entrenando bajo el ojo protector del equipo Huracán y también las bellas atletas que comparten fila en el equipo femenino de softbol del mismo team. Los niños que con grandes ganas y energías por este deporte se remiten a la esencia del mismo que es jugar y divertirse. Los entrenadores poco a poco les van enseñando las cosas básicas de este deporte, siendo ampliamente favorito la parte del bateo, así que podemos esperar en un par de años un legado importante de 4to bates nacidos en esta liga. El toque de glamur los dan las bellas deportistas del equipo femenino, las cuales con una energía que contagia y una alegría espectacular, le pueden callar la boca a más de uno sobre cómo jugar softbol. Abiertas a recibir más compañeras tienen la visión de este equipo como una familia, así vuelven más ameno su entorno y la práctica se convierte en una fiesta.
Disfruten la nota. Jesus R. Peña P. |
jueves, 19 de noviembre de 2009
para castor
domingo, 15 de noviembre de 2009
muchas gracias
atencion
jueves, 12 de noviembre de 2009
miércoles, 11 de noviembre de 2009
ultimo momento
martes, 10 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
LINK A VIDEOS DE ENTRENAMIENTO
Vean el video.
En esta dirección hay más videos, muy buenos.
http://www.wonderhowto.com/how-to-hitting-slow-pitch-softball/sports/softball-video/