¡Y bueno! Anoche ganaron 3 a 1 llevándose las Series por 4 partidos a 1. Dicho así parece frío pero provocó un terremoto como el de 1989... ya nada será igual.
Se acabaron las cargadas de los Dodgers ya que empataron en todo: cada uno de ellos tiene 6 series mundiales ganadas y 21 banderines de la Liga Nacional... lo cual habla mucho sobre una rivalidad muy pero muy equilibrada. Es más, los Giants tienen como unos 100 partidos de diferencia en el historial, algo muy exiguo... les parecerá mucho ("cien partidos" siempre suena mucho) pero empezaron a jugar entre ellos allá por 1888, no es joda, y cada año se ven las caras como 16 veces.
Hasta 1957 cuando abandonaron su ciudad natal, Nueva York, los Giants eran el padre de los Dodgers, tenían más Series, más ligas, todo... pero una vez en California, la oleada se dio vuelta, los azules ya en Los Angeles empezaron a ganar y ganar mientras los naranja y negro penaban bajo el viento fuerte de la Bahía de San Francisco. Haber hecho la cancha nueva los ayudó bastante.
El partido en si mismo de anoche fue muy tenso. Un verdadero duelo de pitchers ya que Cliff Lee además del orgullo deportivo, queda libre ahora y quiso dar la mejor imagen de si mismo para negociar su pase a otro club o ganar más plata en Texas. Se habla de los Yankees pero eso no sería posible ya que mientras Lee estaba derrotando a los Yankees en el Bronx, los hinchas locales insultaron y escupieron a su esposa. Eso Lee se va a acordar seguramente.
Y Lincecum sin ningún pelo en la mandíbula no se quedó atrás. Ya con 3 a 0, le hicieron un jonrón, se lo vio desconcertado pero se repuso y siguió tirando fuego. Y "Barba" Wilson cerró espectacularmente su entrada: un ponche, un flyout y otro ponche justamente a quien jonroneó a Lincecum, para hacer su acostumbrado gestito con los brazos cruzados mirando el cielo.
Pero la historia más bella de esta Serie le perteneció al colombiano Renteria. En 1997 durante las infartantes series entre los Marlins y los Indios de Cleveland que se extendieron por 7 partidos, el último estaba empatado y con gente en las bases (entre ellos Renteria). Sube un Marlin y pega un hit... ¡y Renteria llegó al home con la carrera ganadora del partido y de las Series, acabando todo ahí mismo!
Casi gana el MVP de esas series, le dijeron que iba a tener un enorme futuro, que solo tenía dos años en las Ligas Mayores, que estaba destinado a más cosas grandes... y no era adulación, el entonces pibe tenía condiciones visibles de hacerse historia grande.
¿Y qué pasó después? Lo vendieron a los Cardinals con quienes llegó a otra Serie Mundial, la de 2004... pero los Red Sox los apagaron. Él no influyó nada de nada. Y empezó a vagabundear en diversos equipos hasta que cayó por San Francisco.
Y... fueron a las Series Mundiales de manera inopinada y el destino le dio una chance de ser la carrera que desnivele todo: mandó el jonrón que quebró el empate a cero entre Lincecum y Lee y que a la postre le dio el título ecuménico a los de la Bahía.
¡Qué cosas que tiene el deporte! decía el inolvidable Negro Fontanarrosa en algunas historietas suyas.
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